02
de octubre de 2017 (PS)Todo parece que el
apresuramientopor obtener la licencia social para el proyecto Vilavilani II,
que emprendió en Gobierno Regional de Tacna,les hizo cometer otro desliz e ir a
Puno a decirle que les den su visto bueno. Pero los dirigentes de base de Puno,
como Walter Tesillo marcó su posición diciendo que no darán la licencia social
para este proyecto, porque afectará los ojos de agua de Copapujo que está en la
frontera con Tacna; otro dirigente puneño como Genaro Alave de la región de
Tacna también respondió que no darán licencia social a Vilavilani II. El apresuramiento
del Gobierno Regional deTacna a través de su gobernador es que no convencieron
ni a los propios tacneños de las provincias de Tarata y Candarave, y se fueron
apresurados a explicarles a los puneños a que les den la licencia social, lo
cual les fue adverso. Finalmente el gobernador Omar Jiménez, trata de minimizar el revés
desde Puno diciendo que las personas que se oponen son de más allá (¿del otro mundo?); lo cierto es que todo se corre
a última hora y lanzar los proyectos si sale, sale, sino que se espere el sueño
de justos. Lo cierto es que la minera de Toquepala utiliza casi toda el agua de
Tacna en sus operaciones, sin que nadie los controle.
CLAUDIO PUMA
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